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Ingenieros forestales proponen apostar por la biomasa y aumentar la inversión en bosques, que son «vitales» para España
MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) –
El Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales (COITF) quiere que se apueste por la biomasa forestal como fuente energética; aumentar la superficie forestal y la inversión en los montes, porque, en su opinión, los bosques son «vitales para España», que no puede «permitirse el lujo de desaprovechar esta riqueza».
Con motivo del Día Internacional de los Bosques que se celebra este jueves, los ingenieros técnicos forestales considera que es necesario aumentar la superficie forestal con planes de ordenación que permitan gestionar de forma eficaz los montes, «bajo el prisma del conocimiento y de la participación pública».
Además, propone que se apueste por la biomasa como fuente energética «limpia, renovable y generadora de empleo», al tiempo que recuerda que esta energía genera 135 empleos sostenibles por cada 10.000 habitantes, frente a los 9 empleos que generan los combustibles fósiles, según datos de la FAO y de la Asociación Austriaca de Bioenergía.
A este respecto, el tratamiento y mantenimiento de la biomasa para obtener energía renovable genera 60 veces más empleos que el gas; 30 veces más que el carbón y 10 veces más que el nuclear. Además se trata de una fuente energética nacional, por lo que se reduciría la dependencia energética del exterior, que en 2011 alcanzó el 75,6 por ciento, según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
En definitiva, los ingenieros insisten en que aumentar la inversión pública en los montes es necesario crean puestos de trabajo, proporcionan productos renovables, mejora la riqueza natural y aumentan la calidad de vida de las personas.
Por ello, con motivo del Día Internacional de los Bosques, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales recuerdan la importancia de los bosques para la vida del planeta y destacan sus funciones reguladoras del ciclo del agua y su papel crucial en la lucha contra el cambio climático, al ser fijadores de carbono.
Asimismo, subraya su capacidad como reserva de biodiversidad de animales y plantas, su servicio como fijadores de tierra evitando la erosión y la desertización, su defensa de cabeceras de ríos, embalses y poblaciones humanas frente a riadas y catástrofes naturales, su producción de materias primas naturales y renovables como la madera, la biomasa forestal, el corcho y otros productos naturales, hacen del bosque el «mejor aliado del ser humano por hacer de la Tierra un lugar habitable».
Sin embargo, advierte de que los beneficios directos e indirectos que proporcionan están en peligro por distintos factores, actuaciones y circunstancias.
Para los ingenieros, las principales amenazas sobre los bosques españoles son el abandono rural –que trae consigo la pérdida de gestión del territorio, pérdida de biodiversidad, de cultura tradicional y de posibilidades de desarrollo del país– y la falta de gestión forestal.
Concretamente, sobre la falta de gestión forestal, apuntan que únicamente el 13 por ciento de los montes españoles cuentan con un plan de ordenación y que las obras y actuaciones forestales de la administración pública han desaparecido en el último año, en el que más del 35 por ciento de las pequeñas empresas forestales han cerrado por falta de trabajos e inversión pública.
A su juicio, los montes están desaprovechados, ya que sus productos derivados con fines energéticos podrían generar «miles de puestos de trabajo» y reducir la factura exterior energética española y producir energía limpia y renovable que contribuiría a cumplir los compromisos de Kioto en la lucha contra el cambio climático.
Finalmente, recuerda que la falta de gestión forestal es causa directa e indirecta de incendios forestales, al no realizarse trabajos de prevención durante todo el año y reducir los efectivos de lucha contra incendios en la época del año que más se producen.
Energía de la Biomasa en España Documental 1995
Documental que cuenta el potencial de la Biomasa en España en 1995, y los primeros proyectos que hubo en aquella época.
La Biomasa genera 23.000 puestos de trabajo
Esta mañana se ha inaugurado oficialmente la primera planta de producción de biomasa de Aragón, AFPURNA, situada en Ansó (Huesca). Su funcionamiento comenzó en noviembre de 2012, como parte de un proyecto de revitalización de las zonas rurales.
Son muchas las comarcas rurales nacionales e internacionales que han mostrado su interés en el proyecto debido a los beneficios ambientales, al potencial económico y a la generación de empleo que supone en zonas rurales.
Las centrales destinadas al aprovechamiento de biomasa en funcionamiento en España generan un empleo directo e indirecto de cerca de 23.000 puestos de trabajo, según la Unión por la Biomasa y la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).
Fuente: http://cincodias.com/
Convertir los residuos forestales en biomasa
A los empresarios les sorprendieron los datos globales aportados por los profesores universitarios en el foro económico, ese 10% de peso en puestos de trabajo del complejo alimentario sobre el total de la economía de la comunidad, y los expertos en Educación Superior aprovecharon para tirar de la experiencia de los businessmen gallegos, preguntándoles directamente por el posible éxito de ideas emprendedoras pensadas en las aulas y en los despachos de los campus. Una de ellas fue la del profesor Baltasar Manzano, de la Universidad de Vigo, que desveló las claves para invertir en infraestructuras de «modo eficiente y rentable» pese a la crisis. Otra fue la del profesor Luis Otero, de la Universidad de Santiago: un plan gallego para potenciar la biomasa forestal, es decir, producir energía con los residuos forestales, de modo que se contribuiría a «limpiar el monte, trabajando en prevención de incendios», se crearían «miles de empleos», de salir adelante, y Galicia tomaría la iniciativa en este capítulo «por descubrir» de las energías renovables. A los empresarios presentes en el foro les gustó la idea y crearán grupos de trabajo para medir viabilidad, que necesitaría una notable inversión para arrancar.
La geotermia podría cubrir las necesidades energéticas del planeta durante 13.000 años
El aprovechamiento del 0,1 por ciento del potencial de la temperatura de la Tierra, donde más del 99 por ciento se encuentra a una temperatura superior a 1.000 grados centígrados, serviría para cubrir lasnecesidades energéticas del planeta durante los próximos 13.000 años, según el secretario general del Ilustre colegio de Geólogos (ICOG), Manuel Regueiro.Durante la conferencia Contra la crisis, geotermia y eficiencia energética, celebrada en el marco de la Feria de Energías Renovables Genera 2013, Regueiro ha destacado el «papel fundamental» de las instalaciones de energía geotérmica, especialmente en las de baja entalpía (destinadas a la climatización de uso residencial).
«Antes de realizar una instalación geotérmica es necesario realizar un modelo geológico del terreno, esto es, conocer en detalle las características del subsuelo», ha señalado. Con la realización de estos test se puede conocer la conductividad térmica del subsuelo y determinar con precisión la longitud de perforación y optimizar el campo de captación de energía, de modo que se pueden realizar instalaciones geotérmicas adaptadas a las necesidades reales de uso y asegurar su eficiencia.
En la conferencia, organizada por el ICOG y la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), representantes de las asociaciones profesionales, empresas y de la administración han analizado la situación actual de esta fuente de energía y los retos a los que se enfrenta en el futuro.
En este contexto, el presidente del ICOG, Luis Suárez, ha reclamado a las administraciones públicas que diferencien entre geotermia somera o de baja entalpía y la geotermia de alta entalpía a la hora de conceder autorizaciones para su uso, y recuerda que la geotermia en España sigue regulada por la Ley de Minas de 1973.Mientras, el subsecretario del Ministerio de Fomento, Mario Garcés, ha apuntado que la futura Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas introducirá criterios de eficiencia energética en los requisitos para la rehabilitación de inmuebles y ha subrayado el papel que tendrá la energía geotérmica en este fin.
Además, Suárez ha manifestado que Alemania o Suecia, llevan a España «décadas de ventaja» en el uso de la geotermia, sobre todo en el uso residencial. Concretamente, la vicepresidenta segunda del Colegio de Geólogos, Cristina Sapalski, ha dicho que los hogares españoles gastan en energía, de media, un 40 por ciento más que los alemanes, por lo que ha reclamado un mayor papel para la geotermia en la mejora de la eficiencia energética.
El subsecretario del Ministerio de Fomento, Mario Garcés, ha señalado que la futura Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas introducirá criterios de eficiencia energética en los requisitos para la rehabilitación de inmuebles.
Asimismo, ha apostado por crear un mercado único dentro de España que elimine las barreras administrativas para las empresas del sector que quieren operar en diferentes comunidades autónomas. Mientras, el responsable del área de Investigación en Recursos Minerales del ICOG, Celestino García, ha manifestado que «llama la atención» la falta de centros de investigación dedicados a la geotermia en España.
Una fábrica aprovechará la biomasa de la comarca para producir pellet
Unos empresarios del Guadiato invertirán 100.000 euros en un centro productivo de triturado de madera para energía limpia
ERNESTO MAURIZ , VILLANUEVA DEL REY | ACTUALIZADO 10.12.2013 – 05:01
Villanueva del Rey acogerá un proyecto pionero en la comarca centrado en la producción y comercialización de pellet, una alternativa ecológica al petróleo y al gas cada vez más extendida. La nueva firma se ubicará en el polígono industrial la Encina, con una inversión que superará los 100.000 euros en dos fases. La primera se centrará en el triturado de madera para su uso industrial y la segunda, en la fabricación de pellet. La previsión es que la actividad arranque durante el primer trimestre de 2014, pues la empresa ya tiene toda la maquinaria comprada y el suelo adquirido, aseguró el alcalde villanovense, Pedro Barba (PSOE).
«Estamos en una zona forestal, con un volumen de biomasa importante y bien comunicada con la N-432», subrayó el regidor, quien no descartó, incluso, que se organizaran tres turnos de trabajo en algunas fechas. En cuanto al proyecto en sí, Barba dejó claro su apoyo: «Es una iniciativa de carácter comarcal y yo, personalmente, creo en los empresarios de la zona. Es una oportunidad importante para la comarca, porque tenemos muchas hectáreas de montes y la biomasa es una buena salida». Sobre la generación de empleo, el regidor dijo que «dependerá de la producción», por lo que no quiso dar una cifra exacta.
«Estamos muy contentos y satisfechos, sobre todo porque tres empresarios de este territorio, uno de Villaviciosa, otro de Espiel y un tercero de Villanueva del Rey, se hayan unido para llevar a cabo una actividad innovadora», destacó.
El alcalde de Villanueva del Rey insistió en que con esta iniciativa el municipio sigue encabezando la apuesta por fomentar la economía vinculada a los recursos naturales de la zona: «Tenemos la mente puesta en potenciar nuestro entorno. Sabemos que tenemos un gran camino por recorrer y, por lo tanto, no se me ocurre pensar en inversiones que vengan de fuera, aunque las que aparezcan serán bienvenidas», subrayó. Barba defendió un proyecto económico basado en «fomentar lo nuestro»: «Hemos mejorado en estos años una gran cantidad de hectáreas de olivar, que estaban casi en situación de abandono, y en este año la campaña de la aceituna está siendo un éxito total», puso como ejemplo.
Ello va a permitir que se generen «muchísimos jornales», pues prácticamente el 60% de las personas del municipio en edad de trabajar se dedican durante estos días a la campaña de la aceituna. El regidor también aseguró que la «gran mayoría» de jóvenes tienen una «oportunidad» de trabajar, «algunos por primera vez». Durante estos meses hay en Villanueva del Rey «mucho más empleo que en otras épocas del año y es, sin duda, gracias al aprovechamiento de nuestros recursos».
Fuente: www.eldiadecordoba.com
Biomasa, la energía natural
La biomasa es una de las energías renovables más versátiles, además de barata, limpia y rentable. Puede sustituir a combustibles fósiles sólidos, líquidos o gaseosos, además de ser una opción muy recomendable para abastecer los consumos energéticos de los hogares, oficinas, industrias e incluso para la producción de energía eléctrica.
Su uso viene de antiguo. Desde siempre, especialmente en las zonas rurales, se han aprovechado los residuos obtenidos de la limpieza del campo y de los bosques para alimentar las estufas y chimeneas de las casas. Hoy –a mayor escala y gracias a la evolución conseguida– los expertos dicen que su contribución al balance energético en España es la más importante entre todas las renovables.
En España se utiliza biomasa procedente de muchas y muy variadas fuentes: astillas forestales, huesos de aceitunas, cáscaras de frutos secos y un largo etcétera. Su aprovechamiento, tanto en aplicaciones térmicas (climatización, calefacción o procesos industriales) como en centrales eléctricas, tiene muchas ventajas, entre ellas que además de sustituir a cualquier energía fósil, se obtienen con ella las mismas prestaciones de confort, sencillez y calidad, y un ahorro económico muy importante debido a su menor precio frente a los combustibles convencionales.
En este sentido el aprovechamiento de la biomasa procedente de restos forestales –especialmente de leñas– para usos térmicos es un elemento muy característico de España, que se ha convertido en los últimos años en líder europeo en los denominados “montes leñeros”, cuyo uso principal es la producción de madera para la generación de energía.
Según explica a Compromiso Empresarial la responsable de la Unidad de Biocarburantes del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), Mercedes Ballesteros, “sin duda, la biomasa tiene capacidad para contribuir de manera significativa al cumplimiento de los objetivos de introducción de energías renovables europeos fijados para 2020?.
“Se prevé que para ese año la biomasa represente el 17,2% del total de la generación de calor y frío, el 6,5% del consumo eléctrico y el 10% de los combustibles de transporte, pero esto no será posible sin la introducción de medidas y políticas de apoyo adicionales a las existentes”, añade.
A su juicio, “es prioritario desarrollar un mercado sostenible de suministro de biomasa estable y competitivo en precio, y seguir avanzando en las tecnologías de transformación de la biomasa en energía, especialmente en el desarrollo comercial de los biocarburantes de segunda generación que ayuden a reducir sustancialmente las emisiones de CO2, y a la vez no compitan con los alimentos y sean sostenibles”.
En este sentido, señala esta experta, existen algunas medidas que deberían “acompasar” este proceso, por ejemplo, políticas de promoción favorables y estables, “especialmente en estos tiempos de crisis e incertidumbres económicas”.
“La biomasa puede suponer una herramienta eficaz para la recuperación económica de Europa y España por su capacidad de instaurar un nuevo sector productivo localizado en el medio rural con un fuerte carácter industrial y muy intensivo en la generación de empleo”, recalca Ballesteros.
Por su parte, las empresas del sector de la biomasa, como Tribiom Energía, también apuestan por asegurar un buen diseño y mantenimiento de las instalaciones para garantizar el suministro de biomasa al usuario de una manera competitiva desde el punto de vista económico, y maneja cifras que hacen pensar que el uso a gran escala de este tipo de energía en España realmente puede ser viable.
Según sus datos, España genera alrededor de 6,5 millones de toneladas anuales en residuo forestal y silvicultura, más de siete millones de toneladas al año en residuo agrícolas y otros tantos en cultivos energéticos (350.000 Ha), lo que hacen un total de más de veinte millones de toneladas/año de residuos forestales que no se aprovechan. Con todo ello se podrían instalar 1.296 MW de potencia de generación eléctrica renovable.
Tribiom Energía señala además que el potencial de aprovechamiento de la biomasa forestal en España permitiría generar cerca de 14.500 empleos.
Futuro esperanzador
Los expertos coinciden en que, pese a que el crecimiento sustancial de las aplicaciones eléctricas de la biomasa es reciente y prácticamente ha coincidido con la crisis financiera, es razonable pensar que en los próximos años se movilizarán nuevos recursos, a lo que se suman las ventajas cuantitativas de abastecimiento, el elevado rendimiento energético de la biomasa, su óptima adaptación a la cogeneración y unos niveles de inversión relativamente bajos –y por tanto accesibles a muchos inversores–. El futuro de esta fuente de energía parece esperanzador.
Un real decreto (661/2007) aprobado hace cinco años mejora notablemente la retribución de la electricidad generada a partir de los distintos tipos de biomasa y desde 2006 el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) está modificando la normativa relativa a las instalaciones térmicas en la edificación y a la calificación energética de viviendas para la correcta ejecución, evaluación y registro en los órganos competentes de las instalaciones de biomasa en edificios.
IDAE también impulsa desde 2009 el Programa Biomcasa, basado en acuerdos voluntarios con empresas del sector de la biomasa térmica en edificios con el fin de establecer un sistema de financiación que impulse una oferta de calidad y adaptada a las necesidades de los usuarios de agua caliente y climatización en edificios utilizando biomasa.
Datos de diciembre de 2012 indican que la biomasa fue la renovable con mayor número de empleos por megavatio (MW) en 2011, según el Estudio del impacto macroeconómico de las energías renovables en España, elaborado por la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que confirman que la biomasa y el biogás son las tecnologías que más empleo generaron por MW instalado.
De hecho, la biomasa fue una de las pocas renovables que creció en este aspecto y sumó 22,3 trabajadores por MW. La que más se acerca, la termosolar, alcanzó 21 con 400 MW más. La ‘cruz’ de la moneda bioenergética la ofrecen los biocarburantes, con 1.375 empleos perdidos en 2011.
Entre los datos que aporta el estudio de APPA resaltan los 10.244 millones de contribución al PIB y los 2.101 millones ahorrados en importación de combustibles. Pero hay otro de cariz sociolaboral que tiene aún más importancia, ya que demuestra que el sector ha generado nuevos puestos de trabajo (5.983 exactamente) por primera vez desde 2008; un repunte que se produjo, según APPA, “por los empleos inducidos debidos a la construcción de nuevas centrales”. No todas las tecnologías crecieron en este apartado. Solo la biomasa, la termosolar y la fotovoltaica ganaron empleo en 2011.
Sin embargo, el estudio de APPA también señala que el sector perdió 1.375 empleos el año anterior, pasando de 5.172 a 3.797. Las conclusiones del documento indican que el mayor consumo de bioetanol y biodiésel no se ha traducido en una mayor actividad debido a las importaciones masivas. “Si no se producen en España no se generará empleo nacional. Se acabará con la industria y simplemente se sustituirá la dependencia de las importaciones de petróleo por la dependencia de las importaciones de biocarburantes”, afirma el estudio.
APPA, sin embargo, recuerda que “la utilización de biocarburantes en el transporte supone importantes ahorros de emisiones de CO2 y si se produjesen en mayor medida en las plantas españolas se equilibraría aún más la balanza comercial”. El estudio cuantifica en 4,5 millones de toneladas el CO2 que no llegaron a la atmósfera por el uso de biocarburantes. Asimismo el documento añade que se cumplieron los objetivos marcados de consumo, algo que no se puede decir de la biomasa y el biogás, ya que, junto a la minihidráulica, quedaron por debajo de sus objetivos de potencia, con un déficit de 1.278 MW.
Pese a las alentadoras cifras –47.300 empleos en España y 12 millones en todo el mundo–, los expertos de APPA alertan de que la bioenergía “sigue sin consolidar su potencial de creación de empleo al no cumplirse sus expectativas de crecimiento”. Hace algo más de un año, antes de que aparecieran la moratoria y las tasas a las renovables, APPA presentó otro informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) en el que se concluía que una actualización del marco retributivo de la biomasa y el biogás eléctricos permitiría crear casi 47.300 puestos de trabajo en España y atraer 3.854 millones de euros en inversiones privadas, con un beneficio económico adicional de 46 millones de euros para el Estado.
A nivel mundial, otros informes multiplican estas posibilidades de creación de empleo. Es el caso de Empleos verdes: Hacia el trabajo decente en un mundo sostenible y con bajas emisiones de carbono, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en 2008 y en él se constataba que de los 20 millones de empleos que pueden alcanzar las renovables en 2030, 12 millones, más de la mitad, corresponderían a los biocombustibles. En esta línea, el documento hacía también un llamamiento a mejorar “sustancialmente” las condiciones laborales en las que se producen esos biocombustibles en algunas partes del mundo, especialmente en los países en desarrollo.
Marco internacional
La bioenergía copa los Proyectos Europeos NER300 de la UE, algo que también sucede en España, donde datos del pasado mes de noviembre indicaban que esta ‘domina’ sobre el resto en los Proyectos Clima del Fondo de Carbono aprobados en España (25 sobre un total de 40 en sectores como la agricultura, el transporte, el residencial o el de los residuos).
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, presentaron entonces el resultado de la primera convocatoria de estos Proyectos Clima, de carácter piloto, con el fin de promover la reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero en España. Este Fondo de Carbono adquirirá las reducciones verificadas que logren estos proyectos, contribuyendo así a su viabilidad financiera.
En total, está previsto que los proyectos reduzcan más de un millón de toneladas de CO2 equivalente en los próximos cuatro años.
Por su parte, la Comisión Europea dio a conocer en diciembre los 23 proyectos de demostración innovadores en el ámbito de la energía procedente de fuentes renovables de la primera convocatoria de propuestas del Programa NER300. Un tercio de ellos, ocho, y más de la mitad del presupuesto (630 millones de euros), se destinarán a la bioenergía. Curiosamente, el único proyecto español aprobado es una termosolar híbrida con biomasa.
La CE publicó la concesión de más de 1.200 millones de euros a estos 23 proyectos que abarcan las siguientes tecnologías renovables: bioenergía (8), termosolar (4), geotérmica (1), eólica (6), energías marinas (3) y gestión descentralizada de la energía procedente de fuentes renovables mediante redes inteligentes (1).
La comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, señaló que “los 1.200 millones de euros en subvenciones, abonados por quienes contaminan, facilitarán reunir un total de 2.000 millones de euros adicionales de inversiones privadas con destino a los 23 proyectos, lo que contribuirá a que la UE mantenga su liderazgo en la energía procedente de fuentes renovables y a que se creen puestos de trabajo en la UE, aquí y ahora”.
Dos proyectos de biocarburantes en Holanda y Francia se llevan un cuarto del presupuesto. Una sola de las iniciativas, Woodspirit, recibirá 200 millones de euros. El proyecto lo lidera la compañía BioMCN, con sede en Holanda y que desarrollará una planta de producción de biometanol a gran escala comercial que está previsto que entre en funcionamiento en 2016.
La materia prima que se utilizará en esta planta serán astillas de madera y la tecnología empleada será la torrefacción y gasificación de la biomasa, una tecnología que se empleará también en el proyecto Stracel, que cuenta con el segundo mayor presupuesto de los 23 aprobados (170 millones de euros), y que está liderado por la compañía francesa UPM, que empleará hasta un millón al año de toneladas de biomasa forestal para convertirla en biocarburante (BTL).
Además, entre los otros seis proyectos aprobados hay dos suecos: Pyrogrot, desarrollado por la empresa Billerud y basado en la producción de biocarburantes a partir de residuos forestales y la tecnología de pirólisis; y GoBiGas, diseñado para convertir madera de baja calidad en un gas natural sintético (syngas) de alta calidad y a gran escala. Italia, Finlandia, Alemania y Polonia se reparten los cuatro proyectos restantes.
Solo una de las veintitrés iniciativas aprobadas es española, pero destaca principalmente por dos motivos. Uno es el económico, ya que está entre los proyectos que recibirán mayor financiación (70 millones de euros), y otro es que también está vinculado a la bioenergía, ya que el campo termosolar con torre que construirá Acciona Energía en el municipio de Alvarado (Badajoz) contará con una planta de biomasa para mejorar la rentabilidad y eficiencia energética de la instalación.
Margarita de Gregorio, directora de Biomasa de APPA y coordinadora de la Plataforma Tecnológica Española de la Biomasa (Bioplat), explica a Compromiso Empresarial que, a pesar de que la biomasa cuenta con un inigualable potencial, su aportación energética en forma de calor o electricidad está “claramente relegada a un segundo plano”, un hecho que mantiene al sector español en un estadio de desarrollo “germinal”, a pesar de contar con los factores necesarios –materias primas biomásicas y masa crítica suficiente– para que fuera “uno de los principales sectores de nuestra economía”.
Sin embargo, y pese a que sus capacidades ambientales y socioeconómicas “son reconocidas y apreciadas por gran parte de los estados miembros de la UE, donde el aprovechamiento energético de la biomasa o los residuos sólidos urbanos (Forsu) no ha dejado de crecer durante los últimos años, en España el marco regulatorio (fundamentalmente en el ámbito energético) que se ha establecido para el sector no ha conseguido incentivar suficientemente el despegue y consolidación de este sector, que hasta la fecha ha carecido de un marco de incentivos eficaz y orientado a maximizar la potencialidad de sus tecnologías”.
“Que la biomasa es una clara cuenta pendiente que tiene España con el sector y consigo misma, como país, es un hecho reconocido. Todo el mundo entiende que se trata de algo muy beneficioso, pero existe un convencimiento generalizado de que se trata de algo complicado”, añade.
Según confirma De Gregorio a Compromiso Empresarial, “son tales los beneficios ambientales y sociales que implicaría el desarrollo del sector de la biomasa en España, que el coste en el que se incurriría apoyando al sector (únicamente vía retribución a la producción de energía) se devolvería con creces a las arcas del Estado”.
“Pero para que esto ocurra, hace falta que se entienda que el aporte que el sector de la biomasa puede proporcionar al conjunto de la sociedad española va mucho más allá de la generación distribuida de energía con recursos autóctonos, y pasa por ser un sector capaz de generar empleo y riqueza en el medio rural español; además de mitigar importantes daños ambientales cuyo coste de prevención y extinción supone hacer uso de cuantiosas partidas de los presupuestos generales del Estado”, apunta.
“Este es el verdadero valor añadido que puede proporcionar el sector español de la biomasa; que debería ser reconocido, de una vez por todas, y ser aprovechado al máximo. Pero hay que ponerse manos a la obra cuanto antes”, recalca De Gregorio, que concluye que “es hora de que se apueste decididamente por un sector que va a devolver la confianza que en él se deposite, con creces”.
Ejemplos españoles
En España, muchos otros proyectos son destacables, como el ubicado en Móstoles (Madrid), donde se encuentra el mayor proyecto de biomasa térmica conocido en España y que abastecerá a casi 6.000 hogares del municipio madrileño.
“Las viviendas beneficiadas se ubican en el entorno del polígono industrial Prado de Regordoño, y fueron construidas en los años setenta”, explica Teo López, ingeniero y presidente de la empresa responsable de la iniciativa, Móstoles District Heating, que añade que “se trata de una zona con un alto índice demográfico que cuenta con edificios de gran altura, cuyos servicios centrales de calefacción y agua caliente sanitaria funcionan con gasóleo, fácilmente convertibles para su uso con biomasa, aprovechando, además, que se encuentran en un estado de avanzado deterioro”.
La central de calor se empezará a construir el próximo año y su finalización está prevista para antes de 2017. Partirá con una potencia de 10 megavatios (MW) y se ampliará hasta 30 MW. Se abastecerá con biomasa procedente de la poda de los jardines y parques de Móstoles, así como con biomasa forestal.
“Pocos conocen que Móstoles es una de las ciudades más verdes de España y del mundo”, comenta López. Hay 390 árboles por cada 1.000 habitantes, “un ratio muy superior al que disfrutan los barceloneses, los neoyorquinos, los cordobeses o los berlineses, por ejemplo”, aseguró durante la presentación del proyecto el alcalde del municipio, Daniel Ortiz.
“Es una iniciativa pionera que pretende ayudar a las economías domésticas, ya que el ahorro estimado respecto a las tarifas con gasóleo supondrá un 25%. Además, supondrá una revalorización de los inmuebles que adoptarán un sistema de calefacción y agua caliente sanitaria mucho más barato y sostenible”, señala Ortiz, que añade que se incrementará la seguridad de las calderas al no existir riesgos derivados del manejo de combustibles fósiles y se elimina el ruido que estas originan.
El responsable de Móstoles District Heating SL –que forma parte de las 40 propuestas seleccionadas en los proyectos Clima por la Oficina Española de Cambio Climático– recalca que “España ocupa el tercer puesto en cuanto a potencial de biomasa en Europa, pero desaprovechamos tal circunstancia porque no realizamos una eficiente labor silvícola que elimine combustible forestal sobrante de los bosques, algo necesaria para evitar incendios, y nuestros barcos se escapan cargados de biomasa rumbo hacia otras demarcaciones”.
El uso de la biomasa en instalaciones de menor tamaño, e incluso en pequeñas empresas familiares, también es ejemplar en España. El Cámping Monte Holiday en la localidad madrileña de Gargantilla del Lozoya, en pleno Valle del Lozoya, comenzó a apostar por este tipo de energía ya en 2004, como un paso más en la implantación de su Sistema de Gestión Ambiental.
A los iniciales 45 colectores solares situados en los aseos se sumó a principios de año una estufa de biomasa conectada a un sistema de suelo radiante en el restaurante. “Se trata de una Palazzetti Termopalex con circuito de agua que saca una potencia térmica de 20 Kw sobre un total de 27,5 kW, y que se abastece con las podas de los árboles del recinto y de astillas procedentes de una planta de transformación situada en la cercana localidad de Lozoyuela, que a su vez obtiene la leña de los pinares de la zona. La instalación tiene apoyo de paneles solares para aprovechar los rayos de sol, sobre todo en primavera y otoño, cuando los días son más largos.
El agua caliente se distribuye a los bungalows, bar, restaurante, recepción, dos edificios de aseos y las piscinas. En total casi dos kilómetros de tuberías y más de 12.000 litros de acumulación para dar servicio a unos 1.200 metros cuadrados de construcción y 530 metros cúbicos de agua de las piscinas.
Según explica el propietario de la instalaciones, Antonio Gonzalo, a Compromiso Empresarial, “este proyecto es una apuesta por una energía local que genera economía local”. Según sus datos, la factura energética del cámping se reducirá en casi un 80% gracias a la sustitución del viejo sistema de calefacción con gasóleo y electricidad.
Al ahorro energético se suma el económico, que sus responsables calculan entre los 2.500 y los 7.500 euros al año entre las dos instalaciones (solar y biomasa). Su amortización se calcula en unos diez años, tratándose de una inversión inicial (250.000 euros) duradera y rentable.
“Queremos ir sustituyendo el gasóleo por una combinación de biomasa con astillas y troncos y paneles solares térmicos. Nuestro objetivo es conseguir en el futuro un cámping de cero emisiones de CO 2?, afirma el gerente del cámping, que asegura que este cambio les posicionará ante sus clientes como una empresa “innovadora y comprometida con el medio ambiente y la creación y el fomento del empleo local”.