Buscan convertir el sector agrícola en proveedor de biomasa para toda Europa
Un proyecto, financiado por la Comisión Europea y que cuenta con un presupuesto total de 1.370.000 euros, buscará aprovechar las instalaciones agroindustriales en periodos de inactividad y transformarlas en centros proveedores de biocumbustibles sólidos de origen agrícola para Europa.
Se trata del proyecto Sucellog (Succesful Logistic) liderado por el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza, en el que participan también Francia, Italia, Austria y Alemania, y que tiene como objetivo promover la participación del sector agrícola en el abastecimiento sostenible de biomasa.
Este proyecto, financiado por el programa Energía Inteligente para Europa de la Comisión Europea y con una duración de tres años, persigue que las instalaciones que ya poseen ciertas industrias agroalimentarias puedan ser utilizadas en los periodos de inactividad, sin inversión adicional o reducida, para la producción de biocombustibles sólidos, han informado fuentes de la Universidad.
El producto será posteriormente utilizado para cubrir las demandas térmicas de la propia agroindustria en su actividad habitual, así como por particulares o empresas una vez introducido en el mercado.
SUCELLOG, a través de las asociaciones del sector agrícola, apoyará técnicamente a las agroindustrias que quieran convertirse en centros logísticos de biocombustibles sólidos, proporcionándoles asesoría y cubriendo ese vacío de conocimiento al que se enfrentan al iniciar esta nueva actividad.
Durante el proyecto se generarán cuatro centros logísticos de biomasa en industrias agroalimentarias y se dará asesoría a más de 40 empresas para la creación de esta línea de negocio.
Adicionalmente, el proyecto realizará una tarea de instrucción y capacitación a las asociaciones agrarias nacionales y regionales de siete países, de modo que, una vez finalizado el proyecto, puedan realizar un servicio de asesoría a sus asociados en estas materias.
CIRCE, aparte de las labores de coordinación y seguimiento, juega un papel principal como apoyo técnico en la implementación de los centros logísticos dada su dilatada experiencia en el campo de los biocombustibles sólidos, según han informado dichas fuentes.
El proyecto comenzó la semana pasada con la primera reunión del consorcio, que tuvo lugar en la sede de CIRCE en el Campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza.