La factura de calefacción merma 14.500 euros gracias a dos calderas de biomasa
Los nuevos sistemas benefician al colegio de Nava y la casa de cultura de Villaobispo.
Almuzara, Mitadiel y el alcalde visitaron las obras de las nuevas calderas de biomasa. – dl
pilar infiesta | redacción 17/01/2014
El Ayuntamiento de Villaquilambre ha iniciado un plan de sustitución de las calderas convencionales que funcionan en sus edificios públicos por otras de biomasa, en un intento «de controlar el incremento de los gastos derivados del encarecimiento de los combustibles fósiles», según explicó el concejal de Medio Ambiente, Manuel Mitadiel, quien también destacó «la apuesta municipal por las energías renovables».
De momento, y gracias al apoyo del Ente Regional de la Energía (Eren), se han colocado dos calderas de biomasa en el colegio Villa Romana de Navatejera y en la casa de cultura de Villaobispo que permitirán rebajar la factura anual de calefacción en 14.500 euros, según las previsiones. El nuevo sistema instalado en el centro rural agrupado de Nava costó 75.000 euros y generará un ahorro de 9.000 euros al año. En este colegio, de grandes dimensiones, funcionan tres calderas, de las cuales se ha sustituido una. «Intentaremos que en determinados periodos la de biomasa sea la que alimente a todo el edificio o se combine con otra caldera para lograr ahorros más importantes», aclara. La de Villaobispo supone una inversión de 40.000 euros y reducirá la factura de combustibles en 5.500 euros, estiman.
Para realizar ambas instalaciones de generación térmica mediante biomasa y su red de distribución de calor, el alcalde, Manuel García, suscribió con el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, sendos convenios de colaboración que incluyen la financiación del Eren y permitirán ahorros de 600.000 euros al municipio en los próximos 20 años. El Eren asume la inversión inicial y el control técnico, mientras el Ayuntamiento se responsabiliza de la gestión diaria de las instalaciones, y devolverá la ayuda a través de los ahorros que conseguirá al reducir el gasto energético. García destaca que la biomasa «es un combustible más ecológico y económico», y que «Villaquilambre se convierte en un municipio pionero en bioenergía, dado que, en la provincia, el Eren sólo ha promovido cuatro calderas de biomasa: en el complejo deportivo Salvio Barrioluengo y la Real Colegiata de San Isidoro, en León; el colegio público de Tabuyo del Monte y la Fundación Santa Bárbara en La Ribera de Folgoso». En el resto de la comunidad, sólo participó en la red de calefacción de Cuéllar, en Segovia.
Además, reemplazar el gasóil por péllets implica, a juicio de Mitadiel, «explotar los recursos autóctonos», ya que este tipo de calderas se alimentan con ramas y hojas caidas de los árboles, lo que ayuda a la limpieza de los montes y evita incendios. También opina que a diferencia del gasóil, que se compra en otros países, la biomasa «fortalece el tejido económico de la zona y las calderas son de fabricación española».